domingo, 30 de diciembre de 2007

Querido Eros:

Doctor Eros, he decidido escribirle porque no aguanto más de dolor.
Se que debería visitarlo para un chequeo más completo y minucioso pero debido a mis lejanas tierras y su incomunicación con el exterior, es que mi medio es esta carta. Prometo serle clara y no dejar detalle afuera, para que pueda hacer en mi algún diagnóstico y entender mi problema para darme una solución.
También le mando diez chelines para que la consulta quede pagada de alguna forma.
Hace un tiempo atrás me enamoré de un hombre cuyo nombre reservaré, pero del cual podría hablar noches y días en vela, sin agotarme y sin agotar todos sus rincones para encontrar en cada uno de ellos algo que relucir. No podría definir de un sólo color su cabello, a veces al sol parece desprender colores rojizos, tampoco podría definir como únicos el color de sus ojos, pero siempre al mirar con atención, te deslumbran por su concentración, por su interés. Sus manos son grandes y fuertes, con algunos restos de batalla en ellas, pero suaves todavía para acoger las mías.
Así me vi envuelta por sus palabras y poemas, y caí rendida frente a su petición de comprometernos. Una invasión de sensaciones me llevó a pensar que quizás estaba loca, los días pasaban como horas, el sentimiento crecía y crecía y yo lo veía pasar frente a mis ojos sin saber como alcanzarlo y correr junto a él.
Mi padre decidió realizar un matrimonio en grande, con los mejores banquetes y los mas selectos invitados. La sangre circulaba en mi como onda de fuego queriendo explotar, las sensaciones de impaciencia y desesperacion me hacian perder el sentido... Hasta que en un minuto... Lloré y corrí.
Lloré sola y lloré en silencio (sin que el supiese, no le gustaba verme llorar) y desee estar sola, estar lejos, en el nuevo continente o simplemente perdida entre los bosques... desee con tantas ganas no haberlo conocido... que decidi esconderme de él... ¿por qué? Porque mi amor era mas lento y maduro de lo que vivía, porque mis sensaciones eran puras y sinceras, fuertes y genuinas... pero lentas. Yo quería correr entre las flores de mis campos, ver el ocaso llegar y verlo caer... disfrutar del cielo y su infinita diversidad... pero mis bobadas eran mías y no de él.. por lo que mis juegos no eran parte del compromiso...
Me arranqué tanto que cuando volví era tarde... él había decidido romper el compromiso de matrimonio con mi padre... y mi padre había decidido cancelar a los banqueteros ¿Y me pregunta que por qué había vuelto? Porque de cierta forma quería verlo, sí.. extrañaba ese agobio, extrañaba ese compromiso, quizás sólo tenía que digerirlo antes de convertirme en Reina, a todos esto no le había mencionado que soy princesa.
Mi problema es el siguiente... Llevo días sin dormir, y desvelándome, escribiéndole cartas a Usted Doctor, tratando de pensar cúal es la más adecuada para que entienda mi situación y lo que le voy a pedir. Llevo días sin poder verlo y decirle que lo extraño, que lo quiero en mi vida y en la de nuestros hijos, que deseo esperarlo mientras regresa de la guerra y que podría dar mi vida por hacerlo feliz...
Llevo días sin abrir esta puerta de mi habitación, mi madre ha querido entrar para darme algún tipo de información sobre él... Pero yo no quiero saber que se ha ido... prefiero esperar a que venga Usted por mi y me pueda reemplazar un corazón... Sí, ese es mi pedido..Me pudro en esta pieza y mi corazón me duele, se arrepiente de haber corrido sola por los campos buscando paz en vez de haber tomado la mano de él, mi corazón es estúpido y ya no lo quiero.
Doctor Eros usted es dueño del amor, es dueño de la unión de aquel señor y yo y como tal puede ser el dueño de mi desunión... He pensando que como usted ha flechado tantos, debe tener por algún lugar sin uso alguno que me permita volver a amar sin reparos sin peros ni despacios.. amar con intensidad, con lujuria y sin descanso... amar sin justificaciones y ser Feliz...
Le ruego que acepte mi problema como suyo y me ayude a solucionarlo, se que diez chelines no pagan el precio de volver a flecharme, pero Eros... yo sólo quiero una oportunidad de amar y no espantarme de ello.

martes, 25 de diciembre de 2007

Martes

Me gustan los días Martes, porque leo buena poesía...
Amanezco pensando en Neruda
y me divierto cantando algun poema...

Me gustan estos días porque pienso en las viejas letras
en esos poemas que los mismos poetas no quieren recordar
asi como leo la poesia de cuando era niña y la dejo caer en el basurero.

En un día Martes te descubro publicando poesía al pasado.
Como un emblema a la estetica visual
como una espina del presente y del futuro.

Despues de odiar tanto... algo debía gustarme.

sábado, 22 de diciembre de 2007

Odio tener sueño

Odio tener sueño y hablar sin querer hablar...
saber sin querer aprender
y llorar sin querer dejar de llorar

Odio tener sueño y no poder descansar
dormir pero saber que la luz esta aun prendida
y pasar una noche de verano
con sed.

Odio que me digan que estoy enojada cuando no lo estoy
porque me enojo de verdad
Odio no saber las cosas
o saberlas y no querer saber


Odio tener kilos demás
odio saberlo y notarlo
odio saberlo y no detenerlo


Odio cuando tengo pena y tengo puchero
odio que algunos encuentren el puchero "tierno"
Odio tener que guardarlo porque lo miran
Odio mi silencio

Odio tener un blog para desahogarme
Odio hacer mala poesía
Odio tener en las manos las palabras
y no en la boca.


Odio mi rincon desordenado
conmigo en el medio
sola.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Hablamos de Nicanor, mientras te doy un beso.


Qué te trajo a mi, es dificil saber, qué te mantiene conmigo aún más complicado de decifrar. Es que en estos juegos que se van acabando con el tiempo, las razones se van perdiendo y ya nadie entiende nada, ni siquiera cómo es que seguimos solteros o comprometidos. Y entre esos vaivenes, ciertas vidas se cruzan y no se separan y otras se destruyen y la probabilidad de restaurar algo es diminuta, como diría Jorge Drexler, "Una cama se llena y otra se vacía", al final todo eso que se ve tan complicado, sigue su curso tranquilamente frente a los ojos de todos, para volverse importante en el momento preciso. Te conoci hace muchos años atrás, como un tipo inalcanzable, de más edad y comprometido, el último factor no tenía importancia, porque nunca te mire con ojos de adolescente enamorada. Te volví a ver años más tarde, como un tipo inalcanzable, apuesto, interesante y comprometido otra vez, el último factor tenia relevancia, pero no la suficiente como para sentirme mal. Te volví a hablar hace un par de meses de casualidad, como un tipo simpatico y normal, apuesto, interesante, con el mismo compromiso de la última vez, aún de más edad y con la suficiente relevancia para casi lamentarlo. Y de ahí en adelante, la importancia nació. Te leo declararle amor a otra, jurarme que ella es la indicada para ti, quizás eres ingenuo, un niño (algo que me gusta de ti) y necesitas de algo que te haga despertar, pero no seré yo quien te lo diga, aún no soy tu amiga como para decirtelo, las acciones darán la razón... Te leo desilucionarte del amor, decirme que esas cosas en las que creías en verdad no existen, maldecir a quien no te supo cuidar y mostrarme versos en honor a ella que sólo dejan ver lo bello y entero que eres para querer. Decido decirte locuras, mostrarme como soy, ser una alegría en tu ocio (msn) y lograr una sonrisa en ti. Decido contarte mi vida, mis penas y mis soledades, creo que me entiendes y de repente ya no es sólo algo para hacerte sentir bien, ahora es algo que busco, porque yo me siento bien. Me doy cuenta que aquellos dias en que en mi ocio (msn) no estas, no es lo mismo. Cinicamente conectada te busco y no estas. Creo que se me pasa la mano y que es mejor obviar la situación. Cuando decido verte bajo las palomas, decido enfrentarme a mi, ¿será buena onda?, si debe ser, me digo mientras el metro avanza... ¿qué haces Paulina? ¿qué haces? Viajas, te veo, no lo creo, dudo no lo niego y ahi en adelante, quimica, amigos, tu y yo, un domingo soleado, una caminata entretenida, un almuerzo con cariño, FANTA, musica, siesta. Viajo, te vuelvo a ver, formalizamos algo, algo que quieres concretar de inmediato, pero tengo miedo, miedo de ir muy rapido, de confiar en ti. Miedo de sufrir. Viajo, el miedo va pasando. Viajo, el compromiso se asienta. Tus manos sobre las mias tambien. La ternura, la preocupación, la pregunta, las galletas Tritón, el té, el camino a casa, el cansancio, el sueño. El querer. Vemos como crece entre las horas el cariño, y ya no eres lejano, ya no eres inalcanzable, eres un pedazo de ti en mi y yo soy un pedazo de mi en ti.

lunes, 10 de diciembre de 2007

¿Por qué el tiempo extra es tan molestoso?

¿Se han dado cuenta, que cuando colapsamos con cosas, rogamos, imploramos, por un tiempo libre para hacer nada, estar tranquilos y ver como las pelusas bailan en el aire? Si, es cierto, las horas de sueño irreparables las duermes igual durante dos dias o más, pero luego que..
En mi caso ocurrió algo llamado CONCIENCIA.
El día que la anatomía se acabó para mí, al menos por este semestre, una ola de sucesos aparecieron frente a mis ojos y mi conciencia, haciendose notar más que cualquier otro día.
Ese día al terminar el último examen, caminando hacia el asqueroso metro, la pregunta fue inminente ¿qué harás ahora?... En ese momento, recordé que hace días no llegaba a mi casa, que a lo más la visitaba para ducharme, cambiarme ropa, dejar todo tirado y partir otra vez, y que el despelote más grande me esperaba ese día para enfrentar. Durante el camino, no me sentí cansada ni agobiada, como para obviar todo y ordenar al día siguiente. No recuerdo que hice, porque cuando efectivamente llegué no era yo, sino una estudiante de Medicina, que acababa de terminar el ramo más complicado del primero año... Mi mochila de cien kilos cayó en el suelo, yo logré despejar la cama y caí rendida, en el momento preciso, como si mi organismo supiera que camino a casa no podía rendirme.
El día siguiente debía partir a mis viernes preferidos, por lo que me duche, me vestí comodamente y bellamente (había carrete en la noche) y partí a la parcela 52. Una vez más mi desorden quedó tanto igual o peor. No tengo para que explicar la temperatura de estos días, asi que antes de partir a la casa de Javito a celebrar mi sobra de tiempo, con mi amiga Kitta partimos a mi cas aa una semi ducha refrescante. Mostrarle a mi amiga tal desorden, no presenta ningún tipo de conflicto interno, bueno, sí quizás un poco de verguenza, no pensé que era tan dejada, tan despreocupada, tan floja al fin de cuentas.
El día sabado cuando llegué a mi casa ( sí, me quedéa dormir afuera, pero me porté bien), decidí ocupar mi tarde, en lavar, secar, ordenar, BARRER, sacar basura, cambiar sábanas, ordenar cuadernos, ordenar ropa, lavar platos sucios, recoger ropa tirada, sacar la frazada de invierno, encontrar objetos perdidos, entre otras cosas, como chatear con mi novio y ociar durante la noche.
Al final, termino agotada, con la ropa a doblar a medias, mucha ropa en espera por lavar y ser guardada, unas cuantas mas por planchar, y mi tiempo de sobra para hacerlas.
El domingo, dia de ocio total, ya es casi molesto. Leo noticias en internet, busco dvds para ver durante la tarde y no los encuentro, decido ESTUDIAR. Al final de cuentas es lo único que me permite gastar los minutos de forma productiva.
Hoy es martes, Ayer tuve el deleite de ver durante toda la tarde la primera temporada de Sex in the City, todo un cláscio, para matar el tiempo, ahora me sobran horas de sueño, despierto a las 7 am, porque mi reloj no quiero más sueño y ahi me quedo, dando vueltas en el metro cuadrado de pieza, hoy si martes estudiando un poco más, excepto en la hora de almuerzo donde como, lavo, chateo, recibo audios de clases a las que no fui POR FALTA DE TIEMPO y literalmente me MUERO DE CALOR, bajo el super techo del patio de la Caro, quien por cierto, será mamá.