Al parecer soy un eremita, un ermitaño con cara de mujer, que no sabe lo que quiere ni lo que busca, ni donde ir.
soy un eremita que pasa las tardes entre libros y mundos virtuales, viendo como el resto hace su vida sin mirar la mia. Observando detalles, momentos y felicidades ajenas, y al llegar la noche no pudiendo dar cuenta de ninguna de las mias.
Hago planes que no cumplo, y conozco a personas hasta cierto punto. No me involucro en las aventuras de nadie y no planeo ninguna para que alguien las viva conmigo.
He aumentado algunos kilos, he dejado de preocuparme de mi.
Uso una silla de comedor para mi escritorio de estudio, uso tiempo valioso de estudio en paseos virtuales de sueños ajenos, a veces no hablo, a veces ni canto, mejoro la forma en que digo las cosas solo escribiendo, algunos me dicen que incluso les gusta lo que leen...
pero soy un espejo, que no tiene vida propia, un reflejo tras una pantalla virtual, que te deja vivir, que te acompaña virtualmente, que te expresa lo que piensa y lo que a veces logra sentir...
Sin embargo a kilometros de distancia, en un espacio frio, solo y un poco humedo, estoy realmente yo, morena, despeinada, envuelta en una frazada que arrastro por el suelo para donde me mueva para evitar que ese frio me alcance, y expresando lo que a veces logro sentir, cuando algo de la vida virtual que llevo, me toca, me envuelve y se va por entre las redes de la internet otra vez.
soy un eremita que pasa las tardes entre libros y mundos virtuales, viendo como el resto hace su vida sin mirar la mia. Observando detalles, momentos y felicidades ajenas, y al llegar la noche no pudiendo dar cuenta de ninguna de las mias.
Hago planes que no cumplo, y conozco a personas hasta cierto punto. No me involucro en las aventuras de nadie y no planeo ninguna para que alguien las viva conmigo.
He aumentado algunos kilos, he dejado de preocuparme de mi.
Uso una silla de comedor para mi escritorio de estudio, uso tiempo valioso de estudio en paseos virtuales de sueños ajenos, a veces no hablo, a veces ni canto, mejoro la forma en que digo las cosas solo escribiendo, algunos me dicen que incluso les gusta lo que leen...
pero soy un espejo, que no tiene vida propia, un reflejo tras una pantalla virtual, que te deja vivir, que te acompaña virtualmente, que te expresa lo que piensa y lo que a veces logra sentir...
Sin embargo a kilometros de distancia, en un espacio frio, solo y un poco humedo, estoy realmente yo, morena, despeinada, envuelta en una frazada que arrastro por el suelo para donde me mueva para evitar que ese frio me alcance, y expresando lo que a veces logro sentir, cuando algo de la vida virtual que llevo, me toca, me envuelve y se va por entre las redes de la internet otra vez.
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