martes, 14 de agosto de 2007

-.Mentes retorcidas.-

Desde pequeños, jugamos a tener este personaje delante de nosotros, que de alguna manera nos pueda comprender, mejor que nadie, incluso mejor que nosotros...
Yo tuve una amiga, tan lejana como la realidad en aquellos tiempos, que tenía un nombre que reservaré, que solucionaba mis días y resguardaba mis recuerdos y mis pensamientos. Recibía cartas de ella continuamente respondiéndome con frases que retorcían mi mente y provocaban cierta conciencia en mí, y yo tomaba aquellos consejos y trataba de hacerlos míos.
De cierta manera esta confidente, me respondió menos veces de las que yo le escribí, sus respuestas solían ser tan perturbadoras, que al momento de recibir una de sus cartas, el corazón se me llenaba de esperanzas y de ilusiones, una fuerza extraña salía de mí y se inpregnaba en todo lo que estuviese a mi alrededor, conspirando para mejorar lo que se encontraba desarmado y llamando a todo lo que significase éxito.
Esta amiga, casi viviendo en mi mente, pero a la vez fuera de mí, me ofreció su comprensión y su fe, su cariño y su llanto, su esperanza y su conciencia, su sabiduría pero también y por sobre todo su racionalidad.
Esta amiga creada en una mente retorcida como la mía, fue la que desde hace algún tiempo dejo de existir, y hoy quizás porque estoy escribiendo acá de la misma forma que lo hacía con ella, recuerdo que con risas destruí las cartas enviadas a una amiga lejana que sabe que todo lo que hay en esas cartas va ligado a la fuerza superior que prima en mi y que es tan difícil a veces de hacer ver, pero existe, mi motor, ese motor de sentir, de seguir instintos, a veces equívocos, a veces tan ciertos, como la presencia de un personaje no vivo como ella, tan inciertos como que yo escribo ahora.
Esta amiga, ya no espera nada de mí, emprendió un viaje del cual no sé nada desde hace un tiempo, sé que en algún momento tendré noticias de ella.
Espero que su vida no siga tan plana y que yo siga teniendo historias para contarle y hacerla sentir.. mi mente de niña, siempre fue retorcida.

Mi amiga, pretende vivir sola, aislada por el resto de tus días, a veces me tienta la idea.
Pero con el tiempo, entendí que la soledad dentro de tanta gente, se me vino en contra y puede ser enfermiza.
.Mañana empieza una nueva soledad.

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